La Habana, Cuba. – Ubaldo Díaz Fuentes, natural de Güira de Melena, actual provincia de Artemisa, fue uno de los cinco jóvenes del territorio que no regresó a su hogar tras los sucesos del 13 de marzo de 1957.
La historia lo describe como un niño pobre, de baja estatura, gordito, de piel trigueña y un alma noble y alegre, quizás por ello los pequeños del barrio lo buscaban para jugar, sin saber que años después, sería uno de los mártires del Asalto al Palacio Presidencial.
Cuentan que Ubaldo fue un alumno muy inteligente, con un alto sentido de la honestidad y de la justicia, pero con solo 11 años, tuvo que abandonar los estudios para ayudar económicamente a la familia.
Vendía café y tabaco el Mercado Único de Güira de Melena y justo allí comienza su lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista, tras el golpe de Estado de 1952.
Antecedentes de un mártir
En otro intento de ajusticiar a Fulgencio Batista, el 13 de Marzo de 1957, el güireño Ubaldo Díaz Fuentes, se une a los jóvenes que asaltan el Palacio Presidencial. Ya se conocía su participación en otras acciones, incluso, sufrió prisión y tortura en el Castillo del Príncipe, de donde logró escapar para comenzar una vida clandestina con el liderazgo del Directorio Revolucionario.
Se dice que aquel 13 de marzo, Ubaldo y otros compañeros logra entrar a Palacio y aunque nadie lo vio salir, ni caer en la acción, muchos sobrevivientes alegaron haberlo visto batiéndose duro.
A las 05:00 de la tarde del día 15 de marzo, los comercios cerraban al paso del cortejo fúnebre y ni las fuerzas policiales con sus armas pudieron impedir la manifestación popular que concluyó entonando las notas del Himno Nacional y a gritos de “Abajo Batista”.