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Las Tunas, Cuba. – Los patriotas de Las Tunas se vieron obligados a deponer las armas el 6 de junio de 1878, desprovistos de recursos para continuar en la manigua, luego del Pacto del Zanjón.

Hijos de esa tierra oriental tomaron parte en el reinicio de nuestras luchas libertarias, siendo consecuentes con el legado y la rebeldía del prócer Vicente García González, como lo juraron ante el lecho de muerte de su principal caudillo.

En apoyo al plan independentista de José Martí, el 23 de febrero de 1895 se alzaron el General Francisco Varona González y su hijo Francisco Varona Tornet, en unión de otros patriotas.

Una delación conllevó a que se adelantara un día el levantamiento en armas contra el gobierno español, en la finca Ventorrillo, en Las Veguitas, al mando de 159 hombres.

Acciones militares

A la nueva contienda se vincularon patriotas de Las Tunas, como el doctor Rafael Pérez Martínez y Julián Santana, quienes habían participado en la Guerra de los Diez Años.

El asalto al poblado de San Miguel de Nuevitas, en Camagüey, aconteció el 6 de abril de 1895 al mando de Panchín Varona -hijo del General Francisco Varona- que cae en combate con grados de Capitán.

Como puente entre el Oriente y Occidente, Las Tunas fue punto nodal de acciones militares, sobre todo en la zona del Guamo, Jobabo, durante la invasión a Occidente, en combates comandados por Antonio Maceo.

El asalto, toma e incendio de Las Tunas, por Calixto García, del 28 al 30 de agosto de 1897, fue acción descollante que puso en crisis al régimen español, pero el triunfo lo frustró la intervención norteamericana.