La Habana, Cuba. – Por estos días se puede observar en las redes sociales el agradecimiento de personas ante el gesto solidario de gobiernos y algunas Organizaciones No Gubernamentales que donaron y aún lo hacen, medicamentos e insumos para combatir la COVID-19 y otras enfermedades en Cuba.
Como también se agradece a esos cubanos que, desde el exterior, donan medicamentos en mano para aliviar padecimientos crónicos.
Es la justa respuesta a la solidaridad que siempre ha caracterizado a los habitantes de esta pequeña isla del Caribe, patentizada en las miles de misiones internacionalistas de médicos, maestros, constructores, deportistas y otros tantos profesionales, por diferentes países.
Es el justo apoyo que acompaña el desvelo de nuestros científicos que pugnan por encontrar la cura definitiva a tantas enfermedades, como este nuevo coronavirus que ha devastado al mundo en 2 años.
Solidarios por naturaleza
No son pocos los ejemplos de solidaridad que durante estos 2 años afloraron en nuestro país, ante la contingencia sanitaria que impuso la COVID-19.
A pesar del peligro de contagio, cientos de cubanos estuvieron en primera fila dispuestos a darlo todo por tal de salvar vidas.
Además, jóvenes se movilizaron en los barrios para apoyar al Sistema de Atención a la Familia (SAF); cederistas apoyaron en las pesquisas y en la repartición de productos en las zonas controladas por la existencia de eventos de trasmisión autóctona. Trabajadores de varios sectores, como el turismo, apoyaron en la limpieza de hospitales y centros de aislamiento, y en labores agrícolas.
Pero el mayor ejemplo está en todo ese personal de la Salud que, apenas sin descanso, lleva casi 2 años de una rotación en otra enfrentando la enfermedad en las terapias intensivas.