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Carlos del Porto Blanco

Los días 6, 7 y 8 de septiembre, la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, sirvió como sede para la celebración de los diez años de la compañía Acosta Dance.

La danza no está en el paso, sino entre el paso y paso. Hacer un movimiento tras otro no es más que eso, movimientos. El cómo y por qué se liga y qué se quiere decir con ellos, eso es lo importante, Antonio Gades.

La función titulada “Una década en movimiento”, comenzó con un material audiovisual que recoge algunos hitos de la compañía en esta década. El programa se conformó con cuatro piezas: La Ecuación, 98 días, Llamada y De punta a cabo.

Personalmente deseo resaltar la segunda obra, 98 días, inspirada en la estancia del escritor andaluz Federico García Lorca en Santiago de Cuba, la coreografía transcurre mientras se declama el poema “Son de negros en Cuba”. También destacó la última coreografía, “De punta a cabo”, que brindo un cierre por todo lo alto. Con el fondo del Malecón habanero, los bailarines derrocharon alegría, pasión y colorido.

Como cierre del espectáculo, varias instituciones culturales entregaron presentes al director de la compañía, Carlos Acosta, quien se hizo acompañar en el escenario, además de los bailarines, por todos los integrantes de la agrupación. Un hermoso gesto que también premió a todos aquellos anónimos que garantizan poder disfrutar de funciones como la que se presentó.

Sólo me queda por decir, que vengan los próximos diez años de éxitos para esa compañía y poder celebrarlos, también aquí.

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