Ciego de Ávila, Cuba. – La COVID-19 llevó tenso a Ciego de Ávila en el año que concluyó con el reporte de numerosos enfermos y fallecidos; sin embargo, venció la voluntad de salvar vidas a pesar de los limitados recursos.
Heroico fue el bregar de trabajadores y dirigentes de todos los sectores, particularmente de la salud, para controlar una enfermedad que fue contenida también con la vacunación de alrededor del 95 por ciento de la población apta.
Ahora Ciego de Ávila tiene entre sus retos eliminar los focos de mosquitos Aedes aegypti en varios municipios y reforzar el trabajo intersectorial para mejorar el índice de mortalidad infantil, considerado el más alto del país.
En un escenario económico complejo, la provincia avileña necesita impulsar la construcción de viviendas, elevar la producción de leche y de otros alimentos y detener la inflación, en respuesta a las preocupaciones del pueblo.
Por mayor bienestar de los avileños
En el año que terminó, el reinicio del curso escolar con la seguridad requerida y la creación de 16 micro y medianas empresas constituyen logros para Ciego de Ávila.
La sincronización de la Bioeléctrica de Ciro Redondo al Sistema Eléctrico Nacional y la mejoría de las comunicaciones con la instalación de teléfonos fijos en zonas apartadas son también éxitos del año 2021, a pesar del bloqueo yanqui.
Con la nueva normalidad, la provincia abrió servicios básicos a la población, no obstante queda pendiente la apertura del transporte público, afectado por la escasez de combustible y de piezas de repuesto para los ómnibus.
En Ciego de Ávila queda mucho por hacer por el bienestar del pueblo, pero hay voluntad y compromiso de retomar la senda del crecimiento económico para el desarrollo, en respuesta al reclamo del presidente Miguel Díaz-Canel.