La Habana, 5 oct (ACN) Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, encabezó hoy las labores de higienización en esta capital, acompañado por Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, y Roberto Morales Ojeda, secretario de Organización del Comité Central del PCC, junto a trabajadores de instituciones estatales.
Según confirmaron las redes sociales de la presidencia, Díaz-Canel declaró que la población respondió con responsabilidad a la convocatoria nacional, motivada por la necesidad de revertir deficiencias acumuladas en la limpieza de la ciudad.
El mandatario señaló que el esfuerzo realizado durante este fin de semana no resuelve todos los problemas, por lo que será necesario mantener la sistematicidad en las acciones para garantizar resultados sostenibles.
Expresó que la higienización no solo contribuye a mejorar el entorno urbano, sino que fortalece el sentido de pertenencia y la unidad comunitaria, aunque reconoció que aún persisten insuficiencias y falta de cooperación de algunos sectores.
Díaz-Canel subrayó que junto a la limpieza se desarrollan trabajos en el sistema eléctrico y en el abasto de agua, con el propósito de mejorar los servicios básicos a la población de la capital.
Indicó que la experiencia de La Habana debe multiplicarse en otros territorios, como expresión del esfuerzo colectivo de las cubanas y los cubanos por el bienestar común.
El jefe de Estado recordó que las limitaciones de combustible afectan la generación eléctrica, el suministro de agua y la distribución de alimentos, consecuencias directas del bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. contra Cuba aunque resaltó las reservas de talento y conciencia del pueblo.
Organismos, instituciones y estructuras partidistas fueron convocados a incorporarse a las acciones de higienización, en las que participan también las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, junto a la población.
Díaz-Canel afirmó que la movilización popular constituye una muestra de compromiso y de capacidad para enfrentar los desafíos actuales de la capital.
La alta dirección de la Revolución mantiene un seguimiento directo a los problemas de La Habana mediante la presencia constante de sus principales dirigentes en las acciones de higienización, el control de los servicios básicos y la convocatoria a organismos, instituciones y estructuras partidistas para sostener el esfuerzo colectivo en estas jornadas.
Se subraya la importancia de mantener la sistematicidad, la disciplina y la participación popular para superar las limitaciones de recursos y asegurar la limpieza, el suministro de agua y la estabilidad del sistema eléctrico en la capital.