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La Habana, Cuba. – San Salvador de Jujuy es una ciudad del noroeste de Argentina, cabecera del departamento Doctor Manuel Belgrano y capital y ciudad más poblada de la provincia de Jujuy. Llamada popularmente “Tacita de Plata”, se encuentra ubicada en un fértil valle, en la confluencia de los ríos Grande y Xibi Xibi, rodeada de montañas que, hacia el oeste, en invierno, suelen estar cubiertas de nieve.

Dista 1515 kilómetros de Buenos Aires y 533 kilómetros de la costa del Pacífico. San Salvador de Jujuy ostenta dos récords nacionales: por su latitud es la capital de provincia más septentrional de la Argentina. Y por su altitud, a 1259 metros sobre el nivel del mar, es también la capital de provincia más alta del país.

Muy poco se sabe sobre la historia del lugar antes de la llegada del hombre europeo. Lo cierto es que la ciudad, y por extensión, la provincia, deben su nombre a los jujuí o jujuíes, tribu indígena que habitaba en un lugar, no muy bien precisado, entre los ríos Grande y Xibi Xibi. Esos habrían sido conquistados por los incas hacia el 1420 y, tras la caída del Imperio Incaico, opusieron tenaz resistencia a la llegada de los españoles a la zona.

Durante el siglo XVI los españoles realizaron tres intentos por establecerse en donde ahora está la ciudad. El 20 de agosto de 1561 Gregorio de Castañeda, en honor al conde de Nieva, virrey del Perú, en las tierras altas de la orilla norte del río Xibi Xibi (que los españoles llamaron río Chico, por comparación con el río Grande, que se encuentra a 1.5 kilómetros al norte), a 1.5 kilómetros al oeste de la actual plaza Belgrano, ?al mando de una expedición de 30 soldados españoles? fundó una ciudad a la que bautizó Nieva (en honor al nombre del virrey). Actualmente en ese sitio se encuentra el barrio Ciudad de Nieva. Debido al maltrato recibido, los indios en 1563 se levantaron al mando del cacique Juan Calchaquí, y la destruyeron.

El 13 de octubre de 1575, en la confluencia de los ríos Grande y Xibi Xibi, en el lugar conocido como Punta Diamante (a unas siete cuadras al este de la plaza Belgrano, donde actualmente se encuentra el cementerio El Salvador), el español Pedro de Zárate ?que había sido uno de los pobladores de la destruida Nieva? fundó la aldea de San Francisco en la Nueva Provincia de Álava (en honor a la provincia de Álava, en el País Vasco), en inmediaciones del actual cementerio del Salvador. Ese poblado tuvo una efímera existencia: fue atacado e incendiado por los indígenas siete meses después de su fundación.

El lunes 19 de abril de 1593, a dos cuadras al norte del río Xibi Xibi (en donde actualmente está ubicada la plaza Belgrano), Francisco de Argañaraz y Murguía, al mando de cuarenta soldados, fundó la ciudad de San Salvador de Velazco en el Valle de Jujuy.

Realizaron el ritual de costumbre: Argañaraz desenvainó la espada, dio en el aire tajos y reveses, arrancó pasto del lugar, y lanzó varias piedras y en nombre del rey Felipe de España tomó posesión de la tierra, que era “fértil y abundosa” y mandó erguir el rollo, mientras el capellán hacia la señal de la cruz sobre todo el valle y las tierras que lo circundaban. Los soldados dispararon los arcabuces, y tiraron varios petardos, y agitaron el estandarte del rey Felipe. Esta vez se inició el cierre del cerco en torno a los jujuyes. A lo largo del siglo siguiente, los jujuyes y omaguacas fueron sometidos, y los españoles fueron ganando las regiones de la Puna, la quebrada de Humahuaca y lo que se dio en llamar Ramal.

La ciudad y su zona de influencia formaron parte del Virreinato del Perú hasta 1776, cuando pasaron a pertenecer al Virreinato del Río de la Plata, donde quedó incluida en la Intendencia de Salta del Tucumán. A fines del siglo XVIII hubo una sublevación importante en la zona selvática del Chaco (al sureste de Jujuy). Los indios atacaron la ciudad de Jujuy pero fueron contenidos por el comandante español Gregorio de Zegada el 3 de marzo de 1781, en las colinas de Zapla, a 10 kilómetros al sureste de la población.