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La Habana, Cuba.- La Revolución Cubana entra hoy en su año 59. Y lo hace con el dolor de la ausencia física de su líder, quien consagró su vida a luchar por hacer realidad sueños que parecían imposibles y confió en las virtudes de su pueblo.

Como un torbellino entró Fidel a la historia universal.La sacudió de su modorra cuando tanta era la afrenta y la injusticia social reclamaba enérgicas respuestas. Creyó, ante todo, en la fuerza emancipadora de las ideas.

Con ellas nos apertrechó para todos los tiempos. Es la savia que nutre la Revolución indomable que dejó en nuestras manos,  para hacerla aún más vigorosa, sin distorsiones peligrosas.

Como dijo Martí de Bolívar, también Fidel tiene mucho que hacer todavía. Con él seguimos, para vencer asedios y tropiezos, confiados en construir por nosotros mismos una sociedad mejor.