La Habana, Cuba. – Durante el proceso de concepción del nuevo Código de las Familias se tuvo en cuenta saldar una deuda con los abuelos, las abuelas, y adultos mayores en general, cuya importancia social no se reflejaba desde el punto de vista jurídico.
En el cuerpo legal recien aprobado ese sector de la población adquiere el derecho a tener comunicación con sus nietos y nietas, así como participar en su formación y cuidado, siempre que ello redunde en el mejor beneficio de los más pequeños.
Siendo consecuentes con el proceso de envejecimiento poblacional en Cuba se impone crear políticas públicas que protejan a los adultos mayores, afirma la doctora Ana María-Álvarez Tabío, una de las redactoras del Código de las Familias.
Otra de las novedades recae en la posibilidad de que los abuelos y abuelas respondan por determinados contenidos de la responsabilidad parental, asumiendo la guardia de los menores en caso de ser necesario.