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Foto: Carlos Sanabia

Como un caudal que no cesa y se renueva, acuden cientos de personas, de Cuba y el mundo, ante el monolito que guarda las cenizas de Fidel Castro Ruz en el cementerio patrimonial de Santa Ifigenia.

A solo unas horas de los dos años del deceso del Comandante en Jefe, ese lugar que a lo largo de este tiempo, tras la inhumación en 2016, ha recibido a casi 2 millones de personas, ve acrecentarse ese fluir humano.

Entre los congregados prevalecen niños y adolescentes uniformados que están con sus escuelas, muchos extranjeros que como turistas o por otras razones visitan la ciudad, y cubanos de otras provincias

Además de la necrópolis, otro vórtice del tributo al líder histórico está en la Universidad de Oriente, donde profesores y estudiantes, encabezados por la Cátedra honorífica que se consagra al estudio de su pensamiento, realiza disímiles actividades.