La Habana, Cuba. – Aquel 30 de julio de 1957 murió asesinado en las calles santiagueras Frank País García, de 23 años, jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio, calificado como el alma de la Revolución, y junto a él cayó su compañero Raúl Pujol Arencibia.
Nobleza, inteligencia y un valor a toda prueba caracterizaron a Frank, hombre de confianza de Fidel Castro en la insurrección en el oriente cubano; el joven que organizó las acciones del 30 de noviembre de 1956 en Santiago de Cuba en apoyo al desembarco del Granma.
Fue Frank País la síntesis de la valentía y los más nobles valores humanos de nuestra juventud, esa que a lo largo de nuestra historia ha sobresalido inmensamente en la batalla por la liberación.
Por esa conmemoración se consagra hoy como Día de los mártires de la Revolución.