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La Habana, Cuba. – El libro que les propongo hoy es de los que hace falta leer, para conocer más de Nuestros héroes que de los de Ellos, se trata del ensayo del historiador colombiano Juvenal Herrera Torres “Bolívar y su Campaña Admirable”, publicado en el 2010 por la Editorial Ciencias Sociales en su colección Alba Bicentenario.

El texto aborda uno de los momentos más importantes de la historia de Venezuela y de Nuestra América: La Campaña Admirable. Una prodigiosa hazaña militar con implicaciones políticas continentales, que permite comprender por qué el viajero que llegó un día a Caracas no pudo preguntar ni dónde se comía o se bebía, sino dónde estaba la estatua de Bolívar.

El relato revela como el Libertador desarrolló armoniosamente la unidad de pensamiento y acción; su concepción de la unidad latinoamericana. Sus lecciones y ejemplo no pueden ser olvidados y menos ahora donde la guerra comunicacional y la revisión de la historia son hechos cotidianos.

El libro desmonta la tesis del mito de los dos Bolívar, encontrando un balance armonioso entre el general victorioso al que se venera y al estadista satánico al que demonizan. El discurso del historiador es transparente y permite al lector, colocado en el escenario temporal de los acontecimientos, acompañar la historia en movimiento día a día. Es de los actos y palabras que nace la evidencia: entre el militar y el político no hay contradicciones, al contrario, hay una gran armonía. Son complemento uno del otro.

Según el autor “La Campaña Admirable no ambicionaba liquidar la dominación española en el continente. Bolívar tenía conciencia de que a corto plazo era imposible. Meses después de la reconquista de Caracas, terminada la guerra contra Francia en Europa, España quedó con las manos libres para enfrentar la rebelión de las colonias de América. No paso mucho tiempo para que el general español Pablo Murillo desembarcara con un ejército de 15 000 veteranos de las guerras contra Napoleón. Diez años de luchas transcurrieron hasta la capitulación en Ayacucho del último ejército de España en Sudamérica.

Debido a las ideas de Bolívar, los personeros de Washington lo condenaron con vehemencia, el proyecto bolivariano de una América Latina unida en una confederación de estados hermanos. los gobiernos de Monroe y John Quincy Adams identificaban en él a un déspota militar de talento. Le llamaron el loco de Colombia, el libertador de esclavos. El entonces vicepresidente de la Gran Colombia, Francisco de Paula Santander, para quien ser vecino de los Estados Unidos era una dádiva de la providencia, acusaba a Bolívar de querer provocar “una guerra interior en que ganen los que nada tienen, que siempre son muchos, y que perdamos los que tenemos, que somos pocos”.

Libros como este son muy necesarios en el momento actual, conocer y comprender las hazañas militares, el devenir histórico de nuestra América y sus principales protagonistas es un blindaje perfecto contra la seudocultura hollywoodense y sus filiales continentales. Busquen el libro, léanlo, será un tiempo bien aprovechado. Recuerden, si me ven por ahí, me saludan.