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Carlos del Porto Blanco

Con importa que el gato sea blanco o negro; mientras que pueda cazar ratones será un buen gato. Deng Xiaoping.

El 7 de marzo, el Instituto de Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, Isri, sirvió de sede al taller “Implicaciones de la segunda administración de Donald Trump hacia Asia y Oceanía”, organizado por el Centro de Investigaciones en Política Internacional, Cipi.

En las palabras iniciales el Embajador Pedro Monzón contextualiza los elementos fundamentales que se avizoran en esta segunda administración de Donald Trump con relación al área y da paso a los ponentes.

La primera expositora fue la Dra Gladys Hernández Pedraza, perteneciente al Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, CIEM, quien aventuró tres escenarios posibles, debido a que los acontecimientos políticos se están desarrollando a una velocidad vertiginosa. El primero de esos escenarios está relacionado con el Comercio. Se plantea que, desde su primera administración, Trump planteó una política arancelaria muy agresiva, esto para China implicó una pérdida de 350 mil millones de dólares. Esos valores en este nuevo periodo deben ser superiores. Las empresas del país asiático deberán soportar una mayor carga: se estima que habrá una disminución de las exportaciones desde ese país a los Estados Unidos y el déficit comercial del país norteamericano con China se acortará.

Las medidas de Trump han sido consecuentes con las metas que él se trazó: Ya logró disminuir el déficit comercial del estado norteño con el asiático en un 21% entre los años 2021 y 2024. La ronda de aranceles que recién comienza debe disminuir aún más ese desbalance comercial.

El segundo escenario está relacionado con las Inversiones. En esta área se debe mantener la misma tónica de la etapa anterior, sobre todo en áreas como la Inteligencia artificial, la Quinta Generación, 5G, de dispositivos móviles, las energías renovables y la automoción hibrida y eléctrica. El objetivo es desplazar a las compañías chinas del mercado estadounidense. El tercer escenario es el Monetario. En este campo aun no han existido planteamientos, pero en cualquier momento pueden existir.

Gladys Hernández Pedraza, perteneciente al Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, CIEM, quien aventuró tres escenarios posibles, debido a que los acontecimientos políticos se están desarrollando a una velocidad vertiginosa. El primero de esos escenarios está relacionado con el Comercio. Se plantea que, desde su primera administración, Trump planteó una política arancelaria muy agresiva, esto para China implicó una pérdida de 350 mil millones de dólares. Esos valores en este nuevo periodo deben ser superiores. Las empresas del país asiático deberán soportar una mayor carga: se estima que habrá una disminución de las exportaciones desde ese país a los Estados Unidos y el déficit comercial del país norteamericano con China se acortará.

Las medidas de Trump han sido consecuentes con las metas que él se trazó: Ya logró disminuir el déficit comercial del estado norteño con el asiático en un 21% entre los años 2021 y 2024. La ronda de aranceles que recién comienza debe disminuir aún más ese desbalance comercial.

El segundo escenario está relacionado con las Inversiones. En esta área se debe mantener la misma tónica de la etapa anterior, sobre todo en áreas como la Inteligencia artificial, la Quinta Generación, 5G, de dispositivos móviles, las energías renovables y la automoción hibrida y eléctrica. El objetivo es desplazar a las compañías chinas del mercado estadounidense. El tercer escenario es el Monetario. En este campo aun no han existido planteamientos, pero en cualquier momento pueden existir.

Comercio. Se plantea que, desde su primera administración, Trump planteó una política arancelaria muy agresiva, esto para China implicó una pérdida de 350 mil millones de dólares. Esos valores en este nuevo periodo deben ser superiores. Las empresas del país asiático deberán soportar una mayor carga: se estima que habrá una disminución de las exportaciones desde ese país a los Estados Unidos y el déficit comercial del país norteamericano con China se acortará.

Las medidas de Trump han sido consecuentes con las metas que él se trazó: Ya logró disminuir el déficit comercial del estado norteño con el asiático en un 21% entre los años 2021 y 2024. La ronda de aranceles que recién comienza debe disminuir aún más ese desbalance comercial.

El segundo escenario está relacionado con las Inversiones. En esta área se debe mantener la misma tónica de la etapa anterior, sobre todo en áreas como la Inteligencia artificial, la Quinta Generación, 5G, de dispositivos móviles, las energías renovables y la automoción hibrida y eléctrica. El objetivo es desplazar a las compañías chinas del mercado estadounidense. El tercer escenario es el Monetario. En este campo aun no han existido planteamientos, pero en cualquier momento pueden existir.

Desde el punto de vista global muchos expertos plantean que las empresas del país norteamericano pagarán el costo fundamental de la guerra arancelaria trumpista y un gran peso caerá sobre la población estadounidense. Las empresas de la chinas no saldrán incólumes en este conflicto. En los dos meses finales del 2024 las empresas estadounidenses importaron una gran cantidad de producto chinos para reabastecer al máximo sus existencias de productos, lo que acrecentó el déficit comercial. Por otro lado, se valora que el enfrentamiento de los Estados Unidos con Canadá, México y China tendrá repercusiones negativas para Washington.

La ponente expresa que las políticas ambientales y energética establecidas por los Estados Unidos tendrán un impacto global y provocará una polarización del mundo en ese aspecto, donde uno de los polos debe estar liderado por China, y es probable que África sea parte de él. El crecimiento económico de China en los años 2025 y 2026, debe mantenerse el ritmo actual. La especialista concluye planteando que China tendrá alternativas, pero Trump no.

El segundo ponente de la sesión fue el Dr. Ruvislei González Saez, del Cipi, quien presentó la ponencia “Los desafíos para el Sudeste Asiático de la proyección externa de la segunda administración Trump”. Los elementos fundamentales planteados son los siguientes: el Indopacífico es una región importante para los Estados Unidos. En su primera administración, la atención de Trump tuvo una tendencia decreciente en la zona. Una de sus medidas fue retirarse de los acuerdos negociados con esos países durante la administración Obama. El país norteamericano desea utilizar los conflictos existentes entre algunas de esas naciones y China. Esto se visualiza en aprovechar a Filipinas por el diferendo por las aguas territoriales, la realización de ejercicios miliares en Tailandia y que  Singapur se a convertido en un nodo logístico importante para la Séptima Flota de la Armada norteña.

Algunas señales en este segundo mandato de Trump para el área han sido: la reducción de los compromisos con la Asean, la perturbación del comercio de esos países con los Estados Unidos mediante barreras arancelarias y la reducción del apoyo que recibían mediante agencias como la Usaid.

Otros elementos que se mencionaron son los siguientes, la administración Trump percibe al Sudeste Asiático como parte de su estrategia para la competencia con China. En el futuro se puede esperar una menor relación de los Estados Unidos con la Asean. Se fortalecerán los lazos bilaterales, en términos estratégicos, con Filipinas, Vietnam y Singapur y en términos de seguridad con Filipinas y Tailandia. La ausencia de iniciativas económicas estadounidenses hacia el Sudeste Asiático debe inclinar más hacia China a Indonesia, Malasia y Cambodia. Vietnam, Malasia y Tailandia podrían ser los más afectados con las políticas de imposición arancelaria de Trump. La percepción de que el incremento de las tensiones entre Washington y Beijing puede desestabilizar el equilibrio diplomático cuidadosamente creado por la Asean como bloque y entre los países del Sudeste Asiático como miembros.

La tercera ponencia “Trump 2.0: Retos y oportunidades para India y Asia Sur” fue presentada por el MSc. Julio Francisco Sotés Morales. El autor comienza planteando que durante la Guerra Fría la India tuvo una posición cercana la Unión Soviética, y que después de la desaparición del Campo Socialista, la administración Clinton comienza un acercamiento a la India que se ha ido consolidando en el tiempo.

Los elementos más importantes que se reseñan son los siguientes por el ponente son los siguientes: las relaciones entre los Estados Unidos y la India se encuentran en un proceso de profundización y reajuste, principalmente en los aspectos de migración y política arancelaria. Existe una coincidencia entre los mandatarios Donald Trump y Narendra Modi en cuanto a sus visiones nacionalistas y populistas. La India es un país que está en la más alta prioridad para los Estados Unidos, específicamente como elemento de contención a China y para el mantenimiento de los intereses y valores occidentales en el sistema internacional. Las proyecciones de política exterior de la administración Trump no tienen entre sus prioridades a los países del Sur de Asia (Afganistán, Pakistán, Bangladesh, Nepal, Bután, Sri Lanka y Maldivas).

La cuarta presentación corrió a cargo de Rachel Arencibia, investigadora del Cipi. Esta ponencia estuvo relacionada con las relaciones entre Japón y la administración Trump. En ella se hace una valoración de las relaciones entre el presidente estadounidense y los primeros ministros en ejercicio durante sus dos mandatos, recalcando que los vínculos de Trump con el actual premier nipón Shigeru Ishiba son muy buenos.

Algunas señales en sentido son las siguientes: el premier japonés es el segundo gobernante recibido en la Casa Blanca por la administración Trump; se aprobaron mil millones de dólares en asistencia militar a Japón; los dos países trabajarán para mantener la paz y la seguridad en la zona del IndoPacífico y la Península de Corea; Japón comenzará a importar gas natural licuado producido en Estados Unidos; la nación nipona aumentará su inversión en los Estados Unidos a un billón de dólares; y los dos países reafirmaron su fuerte oposición a las reclamaciones marítimas de la República Popular China y a la militarización en la región.

La quinta ponencia corrió a cargo de la MSc. Josely Fernández Garrido, que abordó la temática de Corea del Sur. Su trabajo se, estructuró en tres bloques. El primero de ellos, fue los Antecedentes de la relación Estados Unidos – Corea del Sur. Se tomo como punto de partida el final de la guerra que se desarrolló en la Península a inicios de los años 50 del pasado siglo y los lazos muy estrechos entre las dos naciones en todos los aspectos creados a partir de entonces. Las relaciones continuaron su consolidación durante las décadas de los años 60 y 70. Los Estados Unidos ofrecieron una ayuda económica de 12 mil millones hasta el año 1965, además de acceso a mercados, transferencia tecnológica, apoyo al sistema educativo y otras. Durante todo ese periodo Corea del Sur estuvo regida por gobiernos dictatoriales. En el año 2012 se firma un tratado de libre comercio entre los dos países.

El segundo aspecto tratado fue el de las relaciones entre las dos naciones durante la primera administración Trump. La experta planeta que fue una relación contradictoria y pragmática. Se renegoció el tratado de libre comercio a partir de las críticas hechas por Trump al acuerdo original. El nuevo documento enfatiza en las cuotas del acero coreano, los aranceles a los autos del país asiático, derechos de autor y patentes; pero en realidad no tuvo cambios significativos. Fue más un hecho político que económico-comercial. En ese periodo Corea aumenta el financiamiento para el sostenimiento de las tropas estadounidenses acantonadas en su territorio, pero el país asiático no se suma a la postura conformacional contra China establecida por el gobierno norteamericano.

El tercer punto desarrollado fue, posibles escenarios de la nueva administración Trump en sus relaciones con Corea del Sur. Existe un nuevo contexto, que no es el de hace cuatro años atrás. Es posible que en el entorno de “Hacer grande a Estados Unidos de nuevo”, MAGA, se trate de renegociar nuevamente el acuerdo de libre comercio entre los dos países, se establezcan aranceles a productos coreanos, se presioné al país asiático para que gasté más en el mantenimiento de tropas estadounidenses, se involucre a Corea en iniciativas militares enfiladas contra China. También se plantea la posibilidad de que exista coordinación entre los dos países para un nuevo acercamiento a Corea del Norte. La experta añadió que es probable que se fortalezca la alianza tecnológica entre las dos naciones, fundamentalmente en el área de los semiconductores, la Inteligencia Artificial y los nuevos desarrollos de tecnologías móviles. Una conclusión preliminar es que Corea del Sur está en la encrucijada de subordinare a los intereses de Estados Unidos o atender a los suyos.

El taller culminó con la ponencia a cargo del Dr. Jesús dice Sotolongo, que abordó la temática de la República Popular Democrática de Corea, Corea del Norte. La primera administración Trump con ese país tuvo un acercamiento inicial muy significativo, que posteriormente declinó. El experto plantea que las prioridades actuales de la administración estadounidenses parecen ser el conflicto en Ucrania y China, por lo que Corea del Norte no parece ser un punto focal de su atención. Un aspecto latente es el tema de la desnuclearización de Corea del Norte. Algunos escenarios plausibles son: que se produzcan conversaciones entre las dos Coreas y Corea del Sur se proponga entrar en el club nuclear. Actualmente el panorama está enmarcado en que el programa de misiles de Corea del Norte se fortalece y que la posición entre los dos países que ocupan la península es muy distante. Una variable a tener en cuenta en cualquier escenario es el tratado firmado entre Rusia y Corea del Norte. La región es muy volátil debido a que la RPDC tiene fronteras con China y Rusia, Estados Unidos posee tropas en Corea del Sur y Japón es un país cercano. El reconocimiento por Estados Unidos a Corea del Norte como potencia nuclear tendría grandes implicaciones debido al marco legal existente en el país norteño y en los organismos multilaterales.

Este evento permitió la actualización de los conocimientos relacionados con esa región del planeta. La presentación de trabajos y el debate de ideas presentados en ellos por los investigadores del Centro de Investigaciones en Política Internacional, Cipi, los profesores del Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García”, Isri y los especialistas del Ministerio de Relaciones exteriores, Minrex, permiten diseñar escenarios que ayuden a comprender las dinámicas actuales y que los decisores tengan más elementos para su trabajo. De seguro este taller será una saga.

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