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La Habana, Cuba. – En el torbellino desatado por la Revolución en la sociedad cubana tras el triunfo popular en 1959, su líder Fidel Castro tuvo -como José Martí al preparar la guerra necesaria por la independencia- la convicción de que la forja de la unidad de las fuerzas patrióticas era un factor determinante en ese proceso.

En 1961 se dio un paso con la creación de las Organizaciones Revolucionarias Integradas, una experiencia de la cual se extrajeron oportunas lecciones.

Al año siguiente comenzó a construirse desde la base el Partido Unido de la Revolución Socialista Cubana, con un criterio de militancia sobre la base de la ejemplaridad.

El tres de octubre de 1965 se convocó a un acto en el entonces teatro Chaplin, hoy Carlos Marx. Fue un día de alumbramientos históricos para el devenir revolucionario de Cuba.

En el camino de la unidad

Hace hoy 60 años de aquel acto en que pasó a llamarse Partido Comunista de Cuba, la organización política de vanguardia, rectora de la sociedad en transformación y síntesis de lo que somos y seremos, como proclamó Fidel.

Sobre su primer Comité Central reconoció que no había en él sacrificio, ni combate, ni proeza militar o civil, heroica o creadora, que no estuviera representada.

Sobre la ausencia del Comandante Che Guevara, Fidel reveló con emoción la carta de despedida que le dedicara, cuando entendió que otras tierras del mundo necesitaban de sus esfuerzos de guerrillero por la libertad. En ella el Che agradecía las enseñanzas de Fidel y el espíritu revolucionario del pueblo que lo admitió como un hijo.

Todo lo acontecido aquel día saldría además desplegado en la primera edición del periódico Granma, otro fruto de la unidad.