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La Habana, Cuba. – La solicitud de una reunión urgente del Consejo de Seguridad por el Representante del gobierno bolivariano ante la ONU el jueves, reflejó las tensiones que vive su país ante lo que denunció como la probabilidad de un ataque armado por parte de Estados Unidos que puede ocurrir en muy corto plazo, advirtió.

Esa es la más reciente de las medidas adoptadas por Caracas para mover los resortes que detengan una agresión. Prepararse para la defensa ha sido una obligación para salvaguardar la seguridad nacional que involucra a las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas y al pueblo organizado en las milicias.

Pero es también una acción disuasiva.

Es necesario continuar la denuncia internacional que revele los planes agresivos de Washington contra Venezuela tras la supuesta lucha contra el narcotráfico, y evitar acciones ilegales que empañen la paz proclamada por América Latina y el Caribe en el contexto de la CELAC.

La paz en peligro

Desde el hundimiento de lanchas cerca de las costas venezolanas bajo la presunción de que transportaban drogas, pasando por el sobrevuelo de aviones Caza estadounidenses cerca de Maiquetía, donde está el principal aeropuerto venezolano, las provocaciones escalaron hasta el anuncio por Donald Trump de que sus tropas podrían iniciar acciones terrestres en busca de narcotraficantes.

Ello constituye un irrespetuoso anuncio de que Estados Unidos está dispuesto a violentar la soberanía latinoamericana y caribeña y, específicamente, de Venezuela, amparado en las mentirosas acusaciones que señalan a ese territorio como campo abierto al tráfico de drogas.

La descarada advertencia pone una nota alta y grave de alerta ante la comunidad internacional. El poder de veto que tiene Washington en el Consejo de Seguridad impediría, seguro, que se le condene.

Pero es preciso que el mundo esté enterado y alerta.