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La Habana, Cuba. – Varios sucesos «al hilo» han puesto de relieve el respaldo a la Isla y su prestigio, a contrapelo de las campañas mediáticas contra un país que, pese a las adversidades económicas, brega por la prosperidad.

El apoyo a la demanda de levantamiento del bloqueo volvió a dejar solo a Estados Unidos en la ONU, donde se remarcó el impacto negativo de esa política en la vida cotidiana de los cubanos.

Como si fuera un complemento de aquel dictamen, los derechos humanos, uno de los términos manipulados para justificar el asedio, fue analizado después por la Comisión de la ONU dedicada al tema en su examen periódico del desempeño de Cuba en esa esfera.

No obstante el perfeccionamiento posible y al que la Isla se comprometió, se reconocieron los avances y volvió a señalarse al bloqueo como obstáculo, precisamente, para el disfrute pleno de esos derechos.

Otra victoria moral

Valor agregado tuvo el Tribunal Internacional que, unos días más tarde, condenó en Bruselas la política estadounidense contra Cuba.

Empresarios, activistas solidarios, juristas y otros profesionales de Europa y los propios Estados Unidos que han sufrido en carne propia su carácter extraterritorial, y saben los sinsabores que el bloqueo nos ocasiona, participaron como testigos.

Sus testimonios tuvieron la autenticidad de venir de «primeros terceros» maniatados o castigados por las medidas unilaterales estadounidenses.

El dedo acusador de ese Tribunal volvió a señalar a Washington. Como colofón, la IV Conferencia La Nación y la Emigración mostró la unidad entre los cubanos, no importa dónde residan, siempre bajo la premisa del amor a la Patria libre, soberana e independiente. Han sido, todas, victorias políticas y morales que nos hacen más fuertes.