La Habana, Cuba. – La desfachatez de Donald Trump está rompiendo los esquemas. Luego de dar a conocer que sus soldados pudieran realizar incursiones terrestres en busca, supuestamente, de narcotraficantes, el Presidente de Estados Unidos ha vociferado que autorizó a la CIA a realizar operaciones encubiertas dentro de ese país.
La “información”, dada a conocer hace dos días, constituye otra amenaza que pudiera hacerse realidad. Como denunció el líder venezolano, Nicolás Maduro, se sabe que la CIA ha sido utilizada históricamente por la Casa Blanca para derrumbar gobiernos.
Pero eso nunca se había reconocido de manera tan abierta y falta de escrúpulos.
Tal declaración de Trump escala otro peldaño en la oleada de provocaciones y violaciones al orden y la ley que comete Washington contra Venezuela, y sigue anunciando momentos más tensos y difíciles para ese país, y para toda la región.
Todos en peligro
Pese a que se ha identificado a Venezuela como el blanco del despliegue del Pentágono en el Caribe, la amenaza se cierne también sobre sus vecinos.
En lo que va de semana otras dos embarcaciones pesqueras fueron ametralladas cerca de las costas venezolanas, acusadas, sin pruebas, de estar tripuladas por narcotraficantes.
Hasta el ataque anterior, se reportaba la existencia de una veintena de muertos como resultado de esas acciones, y la presencia entre los fallecidos de pescadores de origen trinitario y colombiano. La gravedad del caso ha sido llevada por Venezuela ante la ONU, donde demandó que se investigue lo relacionado con esas acciones.
Con ello, Caracas cumple con el deber de denunciar los atropellos de Washington contra su país y los peligros que existen para el resto de la región, en la esperanza de que la comunidad internacional impida una nueva fechoría contra nuestros pueblos.