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La Habana, Cuba. – La noticia de que Washington no cobrará aranceles a las autopartes producidas en México, hizo pensar que habían fructificado las conversaciones emprendidas por la presidenta Claudia Sheinbaum con Donald Trump, para evitar una guerra comercial. Y sí, parece que ese propósito se está logrando. Pero ello no evita otras tensiones.

Antes de que el mandatario estadounidense declarara terroristas a los cárteles mexicanos y criminalizara a los migrantes, ya se sabía que la intención de los republicanos sería militarizar la frontera común.

Eso es lo que Trump ya ha confesado abiertamente, pese a que el ejecutivo de Morena ha sido enfático al reiterar la inviolabilidad  de la soberanía nacional.

No han emergido declaraciones oficiales al respecto, pero el diario The Wall Street Journal afirma que la Casa Blanca está presionando para lograrlo.

Misión intervencionista

Que Estados Unidos penetre 20 kilómetros el territorio mexicano a lo largo de una franja de cien, sería un completo peligro para la integridad del territorio vecino y contraviene las posiciones planteadas hasta hoy por su gobierno.

Visto de manera formal, ello representaría desconocer los acuerdos de cooperación bilateral que entrañan una participación conjunta en los esfuerzos por combatir el narcotráfico. Sin embargo, una información divulgada por el Comando Norte de Estados Unidos y replicada por el diario argentino Página 12 da cuenta de ese propósito, con el despliegue de cientos de soldados enviados por el Pentágono para el doble propósito de detener, también, la migración ilegal.

El terreno en la frontera común es movedizo y demandará entereza e inteligencia de México, para que no se hunda su difícil relación con el vecino.