La Habana, Cuba. – La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos significará para América Latina un reverdecer – si fuera posible incrementarla -, de la aplicación de la Doctrina Monroe.
Así lo demuestran sus amenazas a México para obligar a ese país a mayores esfuerzos en la contención de la migración ilegal, pero, sobre todo, en la advertencia a Panamá de que podría intentar volver a apoderarse del Canal. Esa postura de fuerza no oculta la preocupación de Trump por detener la presencia de China en Latinoamérica y, especialmente, en Panamá, donde Beijing ha realizado inversiones en algunos de sus puertos, sin contar otros sectores estratégicos.
Sin embargo, aún no está claro cuáles serán sus maniobras para cumplir la promesa de acabar la guerra entre Rusia y Ucrania, cometido para el que bastará con retirarle el apoyo militar y financiero a Kiev.
Biden la deja apertrechada
Mientras se despejan los pasos que dará Trump con respecto a Ucrania, el todavía presidente estadounidense Joe Biden sigue tratando de dejarla bien apertrechada con la aprobación de otro paquete de ayuda que contempla una oleada de entrega de “cientos de miles de misiles” a esa nación, según los halcones del Pentágono.
Ellos aseguran, incluso, que el envío durará hasta entrado el año, cuando Trumpya será mandatario. La decisión se suma a los tres paquetes por un total de 2 mil 250 millones de dólares que han sido entregados solo durante este mes de diciembre.
Llenar de esa manera los arsenales de Kiev pudiera ralentizar su eventual aceptación de una salida negociada al conflicto que, de todas maneras, parece inevitable para Ucrania, si como se presume, Trump corta la asistencia, pues Rusia se mantiene imbatible.