La Habana, Cuba. – El sobrevuelo de aviones Caza de Estados Unidos a 75 kilómetros de las costas venezolanas, en la denominada Región de Información de Vuelo del principal aeropuerto de la nación bolivariana, en Maiquetía, añade tensiones a una situación grave, cuando una agresión de Washington contra Caracas no sorprendería.
El suceso, ocurrido este jueves, escala otro peldaño en el lenguaje amenazante con que el Pentágono, que hace semanas tiene un inusual arsenal naval desplegado en el Caribe, acosa a Venezuela.
Además de la presencia de portaviones, misiles y bombarderos en las aguas caribeñas, Washington ha vuelto a emplazar a sus marines en Puerto Rico, de donde habrían partido los aviones de la víspera.
En el contexto de la ONU, el acuerdo para enviar a sus militares a engrosar la misión internacional contra las bandas en Haití, es interpretado como la ubicación de otra fuerza que pudiera saltar contra Venezuela.
Otra estrategia
El cerco militar estadounidense y su provocación a Venezuela, es también una amenaza a la paz regional que ocurre cuando algunos afirman que Washington estaría considerando reorientar sus estrategias, y cambiar prioridades.
Según documentos secretos citados por esas fuentes, sus objetivos ya no estarían dirigidos contra China y Rusia, sino a la seguridad en el hemisferio occidental.
Otros piensan que su re-posicionamiento militar en Latinoamérica y el Caribe es precisamente una forma de contrarrestar la presencia del Gigante asiático.
En cualquier caso, estamos ante un retorno de Washington a la política de las cañoneras bajo el disfraz de que lucha contra el narcotráfico, y con una ofensiva en la firma de acuerdos con gobiernos serviles que le han permitido ubicar allí a los marines. Ecuador y Argentina son dos ejemplos. Pero la mayoría de los latinoamericanos y caribeños los quieren lejos.