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La Habana, Cuba. – Desde 1955, el famoso libro Guinness de récords mundiales recopila cada año marcas asombrosas, insólitas, interesantes… y también algunas rayanas en la ridiculez y la tontería.

En ese registro tan publicitado bien cabría uno de los récords más abyectos e irracionales de la historia: el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, oficializado hace hoy 60 años, cuando el entonces mandatario John F. Kennedy firmó la orden ejecutiva presidencial que dio luz verde a una política perversa que los sucesivos ocupantes de la Casa Blanca -demócratas o republicanos- han mantenido hasta nuestros días.

Sus estrategas apostaron por la asfixia económica para hacer claudicar al proceso revolucionario cubano, hasta crear una maraña jurídica de leyes, prohibiciones y sanciones que amparan el bloqueo.

Cuba vive

Resulta inaudito que desde hace 60 años  Estados Unidos mantenga contra Cuba el más prolongado bloqueo económico, comercial y financiero de la historia.

Nada justifica el empecinamiento en una política agresiva y de carácter extraterritorial que castiga con sufrimientos y privaciones de todo tipo al pueblo cubano, viola sus derechos a la vida, al desarrollo, al bienestar. Cuba ha vivido todo este tiempo bajo la implacable guerra económica de la gran potencia imperialista, incluso recrudecida.

Los daños son enormes, por el cerco que tiende alrededor del mundo para impedir las normales relaciones comerciales de nuestro país, bajo el riesgo de represalias y sanciones. El bloqueo es inhumano. Pero también ha probado ser inservible. Una ruta equivocada.

Cuba revolucionaria sigue aquí. Inamovible. Heroica. Con logros incuestionables. Desbrozando caminos como sea.