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La Habana, Cuba. Marcado por la crisis mundial provocada por el azote de la COVID-19, el recrudecimiento del bloqueo y la falta de insumos, culmina el año 2021 para los campesinos cubanos.

Este período fue también una etapa de transformaciones, en el que la máxima dirección del país aprobó 63 medidas dirigidas a dinamizar el sector y responder demandas de los productores.

Entre ellas sobresale la disminución de la tarifa de la electricidad, el agua, los precios de los insumos, así como las tasas impositivas sobre ingresos personales.

La creación de la Banca de Fomento para la entrega de créditos, unido a la autorización de la venta liberada de leche y carne de ganado mayor y menor, siempre que se cumpla primero con el encargo estatal y no disminuya la masa ganadera, han sido otras ventajas para los productores durante el año que en breve concluye.

La agricultura busca desarrollarse

Las 63 medidas aprobadas este año para impulsar la agricultura tienen entre sus objetivos estimular a los productores, perfeccionar el proceso productivo, crecer y seguir avanzando en la producción de alimentos, en función de satisfacer la demanda de la población y poder incrementar las exportaciones.

Para ello, conciben poner en igualdad de condiciones a todas las formas productivas, hacer un uso más eficiente de la superficie agrícola del país, así como impulsar el desarrollo de la ganadería, cuya masa animal está en su mayoría en el sector no estatal.

Lograr esas metas, como expresara el Ministro del ramo, Ydael Pérez Brito, depende de realizar una eficiente contratación, cumplir con el pago a los productores.

A ello se suma fortalecer las cooperativas, la empresa estatal y llevar a los campos cubanos los avances de la ciencia y la técnica.

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