Cuando las miradas de viajeros en el mundo están puestas en la capital de Cuba, que para algunos es una síntesis de toda la Isla, cumple hoy  499 años con paso alegre rumbo a sus cinco siglos.

De ahí que la fiesta que durante esta jornada celebran los capitalinos está repleta de gente de todo el mundo, en busca de comprender el carácter, el bullicio, el colorido y la altisonancia de la música.

Fundada en 1519 a la sombra de una frondosa Ceiba, La Habana devino con el tiempo una ciudad cosmopolita cargada de peregrinos deseosos por conocerla a profundidad.

Un ambiente delicioso, al mejor estilo de la Torre de Babel, se respira en sus calles por donde pasean gente llegada desde cualquiera de los cinco continentes, hablando su idioma, pero compenetrándose con los capitalinos de la única manera posible: mediante la cordialidad.

El Templete, un deseo por los 500 años de La Habana

Bastan unas tres vueltas alrededor de una ceiba para pedir un deseo fue la excusa de cientos de personas que acudieran la víspera a El Templete del Centro Histórico de La Habana, en lo que significa el inicio oficial del medio milenio de la fundación de la Villa de San Cristóbal.

Michael González, director de Patrimonio Cultural en la Oficina del Historiador de la Ciudad, aseguró que no está muy claro el origen de la tradición, pero es un ritual que se ha mantenido en el tiempo.

Mercedes Curbelo, guía en El Templete, explica que en la década del 40 existió una ceiba a la que visitaban muchas personas y pedían por sus seres queridos, para que se curaran de enfermedades o salir de la pobreza.

González argumentó que El Templete se distingue por sus valores históricos, arquitectónicos y simbólicos, y, además, desarrolla un rol fundamental en la fisonomía urbana de la Plaza de Armas.