La ANAP recuperó unos 370 terrenos de béisbol. Foto: radio26.cu

La ANAP recuperó unos 370 terrenos de béisbol. Foto: radio26.cu

La Habana, Cuba.- Una mirada al hoy de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños permite valorar cuánto ha cambiado la vida del campesino cubano en los últimos 57 años. A propósito, vale recordar las palabras de Fidel, el 26 de Julio de 1959, cuando refería que antes de la Revolución al campesino no solo se le negaba la tierra, sino también la oportunidad de aprender a leer y a escribir, e, incluso, se le privaba del derecho a la vida.

Actualmente, el 21 por ciento de  los asociados a la ANAP se inscribe entre la fuerza técnica calificada en las cooperativas. Cerca de 700 círculos sociales, más de 300 escuelas y 575 consultorios del médico de la familia resplandecen tras recientes acciones de remozamiento.

Otros indicadores que alientan

Noventa y cinco brigadas de artistas aficionados, pertenecientes a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, se presentan actualmente en las comunidades campesinas del país. Porque el deporte brinda recreación y salud, la ANAP recuperó unos 370 terrenos de béisbol. Y para que la masa campesina no olvide de dónde viene, puso a su servicio más de 200 salas de historia.

Con vistas a la formación vocacional y orientación profesional de niños y jóvenes hacia el trabajo en el campo, tiene funcionando más de 2700 círculos de interés agropecuarios y unas SESENTA campiñas pioneriles. En posesión del 40 por ciento de la superficie agrícola cultivable del país, los anapistas también ostentan la dignidad que otorga tener acceso a los derechos humanos más esenciales.

Y si de deberes se trata…

Ante el llamado de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños a incrementar las producciones agropecuarias ahorrando recursos, aplicando la ciencia y la técnica y diversificando los cultivos, los campesinos ratifican su disposición de trabajar arduamente y a pesar de las adversidades climatológicas.

Se enfrascan en cumplir los planes para ayudar a bajar los precios de los productos, pero consideran imprescindible contar con los insumos necesarios así como aplicar más cantidad de fertilizantes por hectáreas, con vistas a que los cultivos eleven sus rendimientos.

Es esencial, insisten, un acopio preparado en cuanto a transporte y destino de la comercialización, garante de un proceso productivo sin baches. Los campesinos tienen conciencia de que producir para la alimentación del pueblo, con precios al alcance de todos, requiere sudar la gota gorda.