La Habana, Cuba. – Son innumerables las lecciones que nos dejó, inspiradas en su humanismo, visión a largo plazo y hondo sentido de la justicia social.
Porque Fidel estuvo y estará siempre en cada momento de la vida del cubano. De él aprendimos a creer que hay sueños que, por difíciles que parezcan, son alcanzables si hay confianza en el pueblo, si se le involucra y se fomenta su compromiso, perseverancia y dedicación.
Como se señalara en una importante reunión gubernamental, el ideario del líder histórico de la Revolución Cubana se plasma día a día de forma práctica en todos los ámbitos de la sociedad cubana. Y ello se debe a que su pensamiento visionario abarcó desde un profundo conocimiento sobre la historia de la tierra que lo vio nacer, hasta todo lo concerniente a la ciencia, la educación, el desarrollo socio-económico, la atención a la niñez y la juventud, la seguridad social y la salud.
Mantener vivo su legado
En cada pequeño que asiste diariamente al círculo infantil; en cada joven que se prepara para construir un mundo mejor, está presente le ideario de Fidel.
En cada mujer que ocupa gradualmente un lugar más prominente en la sociedad, en cada campesino que suda jornada tras jornada en el surco, en cada innovador que pone su intelecto en función de mayores avances productivos, está el ideario de Fidel.
En cada maestro que no se limita a enseñar, sino que también educa; en cada científico que desde su laboratorio o centro de investigación es capaz de crear a favor del mejoramiento de la existencia humana; en cada médico que salva vidas dentro y fuera de Cuba, en cada soldado que defiende nuestro suelo, está la obra de Fidel.
Por eso, mantener vivo el legado del Comandante en Jefe es mantener viva la Patria.