La Habana, Cuba. – Cuba enfrenta una intensa reorganización demográfica interna, con flujos migratorios desde zonas rurales a urbanas y movimientos entre áreas rurales, subrayó Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana.
Reconoció que los actuales movimientos poblacionales representan un desafío crítico para las estrategias de desarrollo socioeconómico nacional, afectando particularmente la producción de alimentos.
Los desplazamientos se producen desde las provincias orientales hacia el occidente, concentrándose en La Habana, que a la vez es la principal receptora interna y mayor emisora de migrantes al exterior.
En tanto, el experto puso su mirada en la movilidad intrarrural, que ocurre frecuentemente dentro de un mismo municipio o hacia territorios agrícolas de otras provincias, lo cual impacta en la planificación económica local.