La Habana, Cuba. – El poeta, narrador y periodista uruguayo Eduardo Galeano dedicó al Comandante Ernesto Che Guevara un emotivo texto que fuera publicado en la revista Casa de las Américas, y que dice: ¿Por qué será que el Che tiene esa peligrosa costumbre de seguir naciendo?…Cuanto más lo insultan, lo manipulan, lo traicionan, más nace.
Él es el más nacedor de todos. ¿No será porque el Che decía lo que pensaba y hacía lo que decía?…
¿No será que por eso sigue siendo tan extraordinario, en un mundo donde las palabras y los hechos muy rara vez se encuentran, y cuando se encuentran no se saludan, porque no se reconocen?
Y el intelectual ecuatoriano, Jorge Enrique Adoum, anticipaba: Yo sé, sabemos, que la historia no puede terminar antes de que regrese el hombre nuevo que él anunció, trayéndolo consigo como la más bella utopía de América.
El poeta eres tú
El intelectual Miguel Barnet dedicó al Comandante Ernesto Che Guevara el siguiente poema: Che, tú lo sabes todo, los recovecos de la Sierra, el asma sobre la yerba fría, la tribuna, el oleaje en la noche y hasta de qué se hacen los frutos y las yuntas. No es que yo quiera darte pluma por pistola, pero el poeta eres tú…
Y Eliseo Diego también encontró en el ejemplo del Che motivo de inspiración. Para él, escribió el poema Donde jamás se lo imaginan, que en una de sus partes expresa: Entre leyendas viniste brevemente a nuestro día, para después marcharte entre leyendas.
Cruzabas en la sombra, rápido filo sediento de relámpago, y el miedo iba a tronar donde no estabas.
Luego, es verdad, la boina seria y el tabaco risueño, nos creímos (y tú sabrás, si cabe, perdonarlo) que te quedabas ya para semilla de cosas y de años.
Rostro icónico del Che
El Comandante Ernesto Che Guevara estuvo allí, aquel 5 de marzo de 1960. Junto a Fidel y otros dirigentes de la Revolución, acompañó el cortejo fúnebre de las víctimas del sabotaje al barco La Coubre en el puerto de La Habana.
El fotógrafo Alberto Díaz Korda iba tomando imágenes de aquel momento doloroso, que a la vez inflamaba el coraje de los cubanos. De pronto, por el visor de su cámara, captó el rostro del Che.
Lo impactó aquel semblante sereno pero grave, contenido. Apretó dos veces el obturador, aunque luego desechó uno de los fotogramas.
La imagen que Korda tituló Guerrillero Heroico, comenzó a trascender después del asesinato del Che en Bolivia, hasta convertirse en la fotografía más reproducida en la historia, ésa que aún acompaña cada batalla por la justicia social en el mundo.