Por más de 60 años, la política de guerra económica y agresiones de las sucesivas administraciones estadounidenses ha intentado asfixiar al pueblo cubano.
Las tentativas más recientes de crear malestar en la Isla y provocar el derrocamiento del gobierno revolucionario tienen como escenario las redes sociales, donde se incita al odio, la violencia y se desacreditan los principios de la Revolución.
Sin embargo, desde esa propia línea de combate, la solidaridad se erige como robusto escudo. Una simple ojeada a Twitter, Facebook o Instagram confirma cómo en todas las latitudes se eleva la voz de apoyo a nuestro pueblo en su derecho a determinar su propio futuro.
Cubanos residentes en el exterior, y otros tantos cubanos de corazón, también reclaman el fin del inhumano bloqueo que limita el avance de Cuba hacia un futuro promisorio.
Paradigma de solidaridad
Amigos de Cuba visualizan la realidad de la Isla, sus luchas y logros, multiplicando así la simpatía hacia esta nación antillana.
A través de eventos virtuales, las redes sociales y manifestaciones en varias ciudades, incluso de los propios Estados Unidos, el mundo clama: Cuba no esta sola; la revolución cubana muchos la llevan en el corazón.
Y es que Cuba, legítimo referente y paradigma de la solidaridad en todo el mundo, recibe lo que ha sembrado en sus seis décadas de Revolución: altruismo, paz, hermandad, humildad, decoro.
Ante el asedio mediático, la manipulación, la mentira y la asfixia económica, llegan de todas partes la luz de la verdad, los recursos materiales, las dosis de amor y optimismo. Con el respaldo del mundo, Cuba resiste y avanza.