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La Habana, Cuba. – Los hijos tienen derecho a expresar su desacuerdo contra la violencia doméstica, a no aceptar maltratos, golpes o amenazas.

Comentaba la cibernauta Lidia Guevara, durante un debate online, al dejar clara su postura acerca de las tantas libertades que debe propiciar el nuevo Código de las Familias.

La libertad de expresión de padres e hijos es necesaria porque nadie tiene el derecho a usar la violencia contra otra persona, pues no es la manera correcta de educar e imponer respeto, alega seguido de un sí ante la posibilidad de que el menor gane en autonomía bajo el amparo de la Ley.

El letrado Yuliesky Amador Echevarría, profesor de la Universidad de Artemisa, considera que el nuevo Código de las Familias se traza sobre un proyecto de libertades, no solo para los hijos, sino también para los cónyuges y toda la familia cubana en sus maneras de convivencia.

Alternativas y oportunidades

Ismael tiene 25 años de edad y aunque se siente muy joven para ser mamá, sabe que será imposible si no aprueban el proyecto del Código de las Familias, debido a su orientación sexual.

Habla con esperanzas de la Gestación Solidaria que se puede llevar a cabo entre personas unidas por vínculos familiares o afectivamente cercanos, un paso positivo para la sociedad diversa que habita Cuba, reflexiona.

Piensa que la propuesta del nuevo Código de las Familias ofrece alternativas y múltiples oportunidades para afianzar muestras de amor, afecto y valores desde la familia y que, además, está a tono con las transformaciones que ocurren no solo en Cuba, sino también en el ámbito internacional.

Es un paso gigante lo que se propone mediante el proyecto, más próximo a la inclusión, la igualdad y la dignidad plena de todos los cubanos.