La Habana, Cuba. – Casi a los 90 años, Ambrosio Fornet se despidió de la vida. Un gran intelectual, de raíz bayamesa y proyección universal; un ensayista profundo, sensible, visceral, cubanísimo, como escribió el presidente Miguel Díaz-Canel al conocerse la muerte de quien seguirá siendo sustancial para la cultura cubana.
Sobre años grises, él puso luces que le sobreviven, añadió el dignatario cubano en Twitter.
Y es que Ambrosio Fornet fue uno de los más agudos intérpretes del sombrío período de política anticultural en la primera mitad de los años 70, que él denominó Quinquenio Gris y, en consecuencia, ayudó a llenar vacíos de información y análisis para no reincidir en errores y sobresaltos.
Fueron siempre valiosas y valientes sus alertas, como intelectual comprometido con la noción de la cultura a la que aspiramos.
Un pensador audaz
Ambrosio Fornet fue siempre un hombre íntegro y cabal, un justo que nos legó una obra cargada de saberes y esencias, una obra iluminadora, inmensa e imperecedera, expresó la Casa de las Américas al recordar al intelectual que deja además el recuerdo de su humildad, su inteligencia y su firmeza.
Fue escritor, ensayista, crítico, editor, guionista, profesor. Escribió títulos como El libro en Cuba: Siglos XVIII y XIX y Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad.
Creó la inolvidable Colección Cocuyo, que puso al alcance de los lectores cubanos obras cumbre de la literatura universal. Ambrosio Fornet -con sabias palabras- convocó a hallar el modo de afianzar y renovar las conquistas, de barrer pacientemente el polvo acumulado, pues contamos con la educación, la instrucción y la cultura.