La Habana, Cuba.- Luego de actuar como un elefante en la cristalería, el candidato presidencial republicano, Donald Trump, afronta una situación difícil.

El motivo, un video que refleja brutales declaraciones suyas en 2005 a The Washington Post sobre mujeres de Estados Unidos.

¿Qué aseguró entonces? “Me atraen las mujeres bonitas automáticamente. Las comienzo a besar, es como un imán, no puedo ni esperar. Y cuando eres una celebridad te dejan hacer lo que quieras. Puedes hacer de todo”.

La primera en reaccionar ante esos pronunciamientos fue la candidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, “esto es un horror”, dijo. Pero hasta insignes portavoces del Partido Republicano abrieron fuego contra su candidato para las elecciones de noviembre.

En ese contexto incluso su esposa, Melania Trump, calificó tales palabras de “inaceptables y ofensivas”.

Republicanos opuestos a Trump

Luego del nuevo escándalo protagonizado por Trump, importantes figuras de su partido guardaron distancia de él.

Un periodista del Nuevo Herald, Douglas Hank, mencionó a algunas, como por ejemplo el alcalde ultraderechista de Miami-Dade, Carlos Jiménez. “Lo que dice esa grabación de 2005 es despreciable”, recalcó. Además prometió votar por Hillary Clinton y sugirió a Trump renunciar a la candidatura.

Se le sumó el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan. “Estoy indignado con lo que he escuchado, a las mujeres se les debe defender y respetar, espero que Trump trabaje para demostrar al país que las respeta”.

A esa posición de Ryan se unieron el presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, y el líder de su mayoría en el Senado, Mitch McConnell.

Expertos habían anticipado que el peor enemigo de Trump sería… el propio Trump.