Cienfuegos, Cuba. La hermosa bahía y los edificios de la época colonial, repletos de fachadas clásicas y esbeltas columnas, constituyen quizás los paisajes más conocidos de Cienfuegos, una provincia cuya ciudad cabecera se muestra con aires de gran urbe, rejuvenecida a pesar de sus 203 años.
A inicios del siglo XIX, a orillas de la bahía de Jagua, colonos franceses fundaron el asentamiento, que diez años después recibiría el título de villa, y en 1880 la condición de ciudad.
La historia de Cienfuegos es rica en hechos por la independencia de nuestra patria; desde el inicio de la primera guerra de independencia, cuando los patriotas cienfuegueros se levantaron en armas, hasta la sublevación popular contra la dictadura de Batista el 5 de septiembre de 1957, mientras el Ejército Rebelde sostenía la lucha armada en la Sierra Maestra.
Con rebeldía y compromiso
Después de 23 años, regresa a Cienfuegos el acto central por el 26 de julio. El esfuerzo de su pueblo, solidario, trabajador y revolucionario, ha coronado de júbilo sus calles y plazas.
Logros hay para exhibir, traducidos en el cumplimiento del programa de la vivienda, el incremento de la producción local de materiales de la construcción; y la diversificación de sus producciones agropecuarias; además de los alentadores progresos en el turismo, el transporte, el comercio interior y la informatización de la sociedad.
Todo ello, sin obviar la labor en el enfrentamiento a la COVID-19, donde ha mantenido estabilidad en los indicadores de salud.
Hoy, en la Perla del Sur todo es febril actividad para celebrar el Día de la Rebeldía Nacional. Y entre júbilo y ajetreos, lo más importante: la lealtad a la Revolución y el compromiso con su continuidad.