La Habana, Cuba. –  El personal que trabaja en bien del pueblo para evitar la extensión de la pandemia de la Covid-19 ha demostrado el máximo interés en su control durante casi cinco meses.

Mucho desvelo, amor por la vida y entrega a cada paciente definen al personal de salud que labora en hospitales y centros de aislamiento.

Sin embargo, a pesar de que muchos retribuyen con una actitud responsable esa dedicación ejemplar de los médicos, aún no se ha concientizado por todos que es de vida o muerte mantener una consecuente conducta en ese sentido y evitar el contagio con el nuevo coronavirus.

Aún se realizan fiestas, reuniones familiares y cumpleaños posibilitando la aglomeración, y para mayor irresponsabilidad, en lugares cerrados. Se echa por tierra la dedicación por detener la Covid-19 y el colosal esfuerzo para amparar a todos en medio de una crisis de dimensión mundial.

Conciencia, precaución y disciplina, triada contra la Covid-19 

El país ha puesto su máximo esfuerzo y dedicación por controlar y eliminar la Covid-19 y es necesario que la población responda también a esa altura, dijo a Radio Reloj la doctora Raiza Martínez Casanueva, jefa de Departamento de Microbiología y clave en el área de diagnóstico del Hospital Salvador Allende.

Raiza Martínez Casanueva, jefa de Departamento de Microbiología

La máster en Infectología y Medicina Tropical afirmó que el uso del nasobuco, lavado frecuente de las manos, el distanciamiento social y evitar aglomeraciones en lugares cerrados son claves en la prevención de la Covid-19, efermedad altamente contagiosa que resiente pulmones y ocasiona daños multisistémicos. 

Muchas personas han visto fallecer a seres queridos, puntualizó Raiza Martínez, y para no contribuir con esa tragedia, aclaró, es necesario la autorresponsabilidad, conciencia y disciplina

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