La Habana, Cuba.- Así conversé con el pinero Nelton Pérez, premio Alejo Carpentier 2015, acerca de su novela Infidente y las maneras en que los jóvenes ven al Héroe Nacional a la luz del siglo XXI

Nelton Pérez fue merecedor del Premio Alejo Carpentier en 2015, con una obra que se mueve entre la ficción perfectamente tejida y la realidad poco conocida dela estancia de José Martí en la otrora Isla de Pinos: la novelaInfidente, gracias a la cual participó en la Feria del Libro de Bogotá, Colombia, en 2016.

Mucho ha llovido desde 1870 hasta ahora. El visitante de16 años,asomado por esos tiempos a Isla de Pinos, ha crecido ante los ojos del mundo y está presente incluso cuando no nos damos cuenta. Pero las nuevas generaciones, los muchachos que ahora cumplen sus 16, ¿cómo lo ven?, ¿desde qué puestos? Y él, ¿cómo llegó a esta novela? Planteada mi curiosidad, Nelton accede, tan humildemente como siempre, a conversar antes de emprenderla aventura que resulta su tertulia literaria.

A veces siento, y me da miedo, que las nuevas generacionespodemos estar perdiendo a Martí…

“Puede ser, pero yo coincido con Lezama Lima cuando decía que todos los cubanos llevamos un Martí dentro, aunque no todos lo sepamos. Yo mismo, cuando comencé en este proyecto que se convirtió en la novela que es hoy Infidente,desconocía partes muy importantes de él. Es cierto que se lee menos, pero llega el momento de reaccionar,algo despierta y te das cuenta de que está ahí ese “misterio que nos acompaña” como decía Lezama, el no descubierto. A partir de entonces, surge la fuente inagotable, en más de un sentido, que es el Apóstol.”

¿Por qué crees que los niños y jóvenes no se sientan lo suficientemente cerca del Apóstol?, aunque los disfracen trivialmente de Pilar o Meñique.

“Lo que sucede con Martí ocurre también con otros héroes, aunque con él es más frecuente: se descontextualizan mucho sus frases, se utilizan en espacios para los cuales no fueron concebidas, se pintan en las paredes, en consignas, y no se les enseñan a los niños partiendo de la profundidad que encierran.

“En la Isla debería estudiarse más el Martí joven, el que tuvimos pisando nuestro suelo. En lugar detener un busto en cada CDR, debíamos ilustrar su etapa de niño para que aprendan a quererlo, para que no se queden en los versos sacados de los poemas y crónicas famosas, para que no lo vean solo como el hombre del que ya se conoce todo. Solo cuando se halla la parte humana, donde está su verdadera grandeza, se ama al héroe, al amigo, al padre, al esposo, al hijo excelente que fue, además de al intelectual revolucionario. Sus cimientos están en su condición de poeta, seductor de la palabra, hombre enamorado de la vida, de las mujeres, de la poesía, de la literatura.

“Hoy se estudiaa los héroes como una estatua de mármol, fría. Él fue un ser humano, con una mirada diferente, incluso, más grande que el proyecto de nación que se inventó, aun no alcanzado.”
“Los maestros repiten sus consignas, frases, pero no todos conocen a la persona, al alma detrás de ellas, no lo ubican en
su época, tan rica en aciertos y errores, parte indudable de lo que somos hoy.”
Si tuvieses que explicarle a un grupo de niños de edades entre 10 y 14 años quién fue Martí, ¿cómo lo harías?

“Para escribir Infidente tuve que hacer un extenso trabajo investigativo de casi cinco años, pueslos dos meses y cinco días vividos con la familia Sardá es tema poco referido. Necesité leer documentos de la época y escritos de viajeros donde recreaban cómo era la ciudad, la vida de los habitantes de entonces.
Durante ese tiempo descubrí cosas que aproveché y otras tantas que deseché porque traté de reflejar a ese muchacho que maduró precozmente por la época dura y las cosas que vivió, pero un muchacho, a fin de cuentas, no ese que todos se imaginan, el que sabía de todo.

“Cada vez que voy a una escuela a hablar con niños y jóvenes les pido imaginar a Martí como uno de ellos, con aptitudes para la literatura y las artes, sí, pero cercano a ellos.”

¿Recibir el premio Alejo Carpentier en narrativa le dio un giro a tu literatura?
“El jurado me dijo que vio algo diferente en mi narrativa y que esta novela servía, efectivamente, como un punto de giro. Yo creo que es por sus características, por la forma de escribirla para ajustarme a la época. Puede ser más madura, no por mí, sino por el contenido y la manera de contar tales hechos. Si quería que fuera seria y respetable debía tocar fondo, estudiar mucho, anclarme en pasajes reales para hacer mi propia recreación. Por eso esta novela marca la diferencia con respecto al resto de mi obra.”

¿Cuál fue tu intención al escribir esta novela de la vida de Martí en la Isla de la Juventud?
“La literatura puede salvar. El mundo habla mejor de la Francia del siglo XIX por las novelas de Honoré de Balzac que por los libros de historia, porque él recogió mejor la vida de la gente: su comida, cultura, forma de hablar y pensar, pero yo ya ni sé cuál fue mi intención.

“Me pidieron un trabajo para ‘El caimán barbudo’ y penséenun cuento que tenía; sin embargo, cuando lo leí me pareció malo. Entonces, publicaron el libro ‘Crónicas pineras’, de Wilset Peña. Unode los textos era acerca de la estancia de Martí en la Isla y me sirvió como chispa para inventarme esta novela. Traté de dar el Martí que llevo dentro, uno tal vez continuador de ‘El ojo del Canario’, excelente película de Fernando Pérez. Donde termina el filme, comienza mi novela: en la llegada y estancia de aquel joven a la Isla de Pinos.”

Debemos terminar la conversación porque lo esperan sus invitados y amigos para escuchar y debatir sobre buena literatura. En la mesa donde estábamos sentados se quedó Martí, bebiendo una taza de chocolate, no muy espeso y con poca azúcar, como le gusta.Sus zapatos tienen algunos huecos y dejó a una mujer suspirando por él ayer. Custodia, como ángel de la guarda, las espaldas de quien lo invocara y reviviera en unas pocas páginas. Lo puedo ver, con una sonrisa a medias mientras escucha a Nelton repartir poesía.