No puede escribirse la Revolución del 30 del siglo pasado sin tener a Rubén Martínez Villena como uno de sus impulsores y más claros dirigentes antiimperialistas y defensores de la clase obrera y los hombres más humildes.

Su muerte, acaecida hace 85 años por la tuberculosis, segó la vida de quien, junto a Guiteras y Mella, escribiera páginas gloriosas de la Historia Patria.

No solo constituyó un excepcional dirigente político, martiano y marxista, sino que unió intereses y trazó estrategias para la lucha frontal contra el criminal Gerardo Machado.

Villena se destacó por su antiimperialismo y participación en la Protesta de los Trece y en el Partido Comunista, además de organizar la huelga general de 1933 que derribó a Machado.

Rubén Martínez Villena fue, como expresara Raúl Roa, una semilla en un surco de fuego.