¿Te resulta difícil relacionarte con la gente? Si has respondido afirmativamente, te invitamos a que conozcas claves para superar esa timidez.

Es preciso diferenciar la timidez de la introversión, ya que esta última tiene que ver con las bases biológicas de la personalidad, mientras que la timidez sí que suele representar un problema a la hora de relacionarse con otras personas.

Ese trastorno precisa de consejos y seguimiento profesional. Deja de exigirte tanto cuando estés rodeado de personas y creas que tus aportaciones no salen como querías.

No te preocupes, pues la mayor parte de tus juicios no se basan en los hechos sino en pensamientos negativos que has asimilado sobre lo que debería ser una conducta social óptima. La perfección no existe; es mejor dejarnos llevar por la intuición del momento.

!No seas tímido!

La timidez es una tendencia relativamente estable que muestran algunas personas hacia la inhibición social.

En los casos en que tenga importantes consecuencias negativas e interfiera excesivamente en la vida de los individuos, estos deben buscar ayuda especializada, aunque aquí le sugerimos algunos consejos.

Entre ellos, trata de responder a las situaciones sociales de forma auténtica; no trates de impostar una actitud o conducta que no estás sintiendo realmente.

Ríe si te hace gracia algo, no por compromiso. Habla si quieres hablar, no porque la situación lo exija. También trata de experimentar, pues no hay nada más estimulante que probar cosas, aunque salgan mal.

No te preocupes por la aceptación social. Como todos los rasgos, la timidez tiene un componente hereditario, pero es la experiencia la que lo modela.