Cuba es uno de los países más afectados del mundo por el efecto de los rayos, debido a la gran actividad eléctrica que caracteriza las tormentas en la temporada estival.

Esas descargas eléctricas están asociadas a las tormentas locales severas y los meses de más incidencia son los de verano, de julio a septiembre, asociados a procesos que se producen por el gran calentamiento del aire, en contacto con la superficie terrestre.

Según el mapa de fulguraciones confeccionado en 2016, la mayor cantidad de descargas eléctricas se concentra en el norte de Pinar del Río, el interior de La Habana, Artemisa y Mayabeque, y en el oeste de Matanzas, y tienen lugar de manera más acentuada durante el período lluvioso.

Expertos la consideran como la primera causa de muerte en el país por fenómenos naturales, por lo que una cultura de las tormentas es esencial para el conocimiento de los cubanos.

¿Qué hacer para refugiarse?

La Cruz Roja internacional aconseja para protegerse mantenerse informado sobre la probabilidad de tormenta eléctrica, un indicador que siempre se anuncia en los partes habituales.

Insta a programar las actividades al aire libre solo cuando no haya probabilidad de tormenta eléctrica, pues no es necesario que llueva para que haya peligro porque personas impactadas por rayos estaban al aire libre sin llover.

Aclara que se debe buscar refugio en un edificio sólido, y mientras se escuchen truenos se está al alcance de los rayos, por lo cual se debe permanecer en el espacio de protección al menos hasta 30 minutos luego del último trueno.

Durante la tormenta, no se debe utilizar equipos eléctricos ni teléfonos, o conexiones alámbricas, solo los que empleen baterías o pilas; además hay que mantener las ventanas y puertas cerradas, alejarse de ellas, así como de estructuras metálicas.