La Habana, Cuba.- Rubén Martínez Villena fue revolucionario intransigente, y también el escritor que plasmó en sus textos desde la satírica burla de algo tan temible como la muerte, hasta la dura crítica de la realidad social imperante en la Cuba neocolonial.

Comenzó a escribir sus primeros versos a los 11 años y pronto se convirtió en poeta conocido. Su primera colaboración apareció en la revista Evolución, en 1917.

Dentro de su obra poética sobresalen los títulos La Pupila Insomne, El gigante, El anhelo inútil, 27 de Noviembre y Canción del Sainete Póstumo, entre otros. El año 1923 marcó importantes hitos en la obra de Villena; sin embargo, renunció a escribir poesía para entregarse completamente a la lucha revolucionaria.

A partir de 1925, Rubén Martínez Villena apartó a un lado la poesía y lejos de todo adorno desplegó una prosa de denuncia candente. Entre los artículos emanados de su pluma destaca Ya vamos siendo parias en nuestra propia tierra, en el que manifestaba su pensamiento antimperialista.

Sus textos ofrecían una interpretación marxista del proceso cubano, propagando las ideas del Socialismo Científico y con denuncias de la política expansionista de Estados Unidos.

Este 16 de enero se cumple otro aniversario de la muerte de Villena, en el Sanatorio La Esperanza, a causa de una tuberculosis. Sobre esa trágica jornada Raúl Roa expresó: Aquel día La Esperanza vio salir por su pórtico, definitivamente rota, la esperanza más alta y más noble de la juventud cubana.