La Habana, Cuba. – El gobierno estadounidense actúa como un delincuente mundial y lo sintetiza su feroz bloqueo a Cuba.

Quedó formalizado el 3 de febrero de 1962, vigente cuatro días después. Pero anteriormente, el 19 de octubre de 1960 prohibió casi todas las ventas que tradicionalmente realizaban a Cuba.

Incluyeron en aquel zarpazo desde tornillos hasta componentes del sector azucarero y luego incorporaron alimentos, medicinas y equipos médicos.

Mientras, el naciente bloqueo estadounidense impuso disminuciones a la llegada de barcos a Cuba. ¿Motivo del aislamiento? Después del triunfo de la Revolución comenzó un proceso para crear graves dificultades económicas al archipiélago caribeño.

Washington fue reduciendo gradualmente hasta cero sus compras de azúcar al país entre los años 1960 y 1961.

AZÚCAR Y PETRÓLEO

Las importaciones de Estados Unidos abarcaban el 58 por ciento de azúcar. Primero fue decretada la reducción de 700 mil toneladas y luego fue suprimida totalmente.

Las trasnacionales ESSO, TEXACO, y SHELL, a petición de Washington, restringieron las ventas tradicionales de petróleo a Cuba.

Como han escrito académicos, el propósito de esa política fue paralizar la vida productiva del país. He ahí un capítulo del bloqueo más extenso de la historia.

Una nueva asombrosa página de esa patraña es la demencial embestida que Estados Unidos ha ejecutado contra la República Bolivariana de Venezuela en los últimos años. ¿El pecado? Tener en un altar su independencia y soberanía.

En tal sentido, no por casualidad, hace muchos años nuestro José Martí proclamó: Deme Venezuela en qué servirla, ella tiene en mi un hijo.