La Habana, Cuba. – La pandemia de Covid-19, no debe ser aprovechada con intereses mezquinos, para hacer avanzar agendas unilaterales ni imponer visiones de un grupo de países sobre otros. No debe haber espacio para prácticas selectivas, enfoques punitivos y dobles raseros, en particular contra el Sur; expresó la  Embajadora Ana Silvia Rodríguez Abascal, Representante Permanente Alterna y Encargada de Negocios a.i. de Cuba ante Naciones Unidas, en su intervención durante el  Debate General de la Tercera Comisión del 75 período de sesiones de la AGNU.

Citó como ejemplo el caso de Cuba, donde el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos se ha recrudecido durante la pandemia. Ello, explicó la diplomática de la isla, ha dificultado los esfuerzos de Cuba para enfrentarla y proteger la salud de su pueblo, lo que confirma el carácter criminal y genocida de esta política, que viola la Carta y el derecho internacional, siendo el principal obstáculo a su desarrollo.

La máxima representante de la isla ante la ONU, también ilustró como Estados Unidos lleva años manipulando contra Cuba la cuestión de los derechos humanos, justificación que necesita para su delictivo comportamiento contra la isla. En clara violación al derecho internacional, financia agendas para subvertir y modificar a su antojo el orden constitucional cubano, añadió.

Enumeró las muchas acciones que Washington ejecuta contra Cuba, entre ellas: incluyó a la isla en una supuesta lista de países que violan la libertad religiosa, para lo cual no tiene mandato ni moral alguna, siendo precisamente EEUU,  el país que ha satanizado el islam y ha violado los derechos humanos, incluyendo la libertad religiosa, de millones de musulmanes en sus aventuras militares y en su propio territorio.

Igualmente, y en medio de la pandemia, la Casa Blanca articula una campaña de descrédito contra la cooperación médica cubana, acusando al país de Trata de personas y esclavitud moderna, sin fundamento alguno. Contrariamente, y a pesar del bloqueo, Cuba haya sido capaz de enviar 52 brigadas médicas a 39 países y territorios, para contribuir al enfrentamiento de la Covid-19. Ello significa, que al atacar a Cuba en este frente, cual es un genuino ejemplo de cooperación Sur-Sur, obstaculiza el acceso de millones de personas en el mundo a servicios de salud de calidad.

Rodríguez Abascal recordó que la política hostil estadounidense – y todas sus expresiones–  hacia Cuba,  tiene el declarado objetivo de doblegar la voluntad de los cubanos y hacerles renunciar al camino que han escogido libremente. Su propósito es castigarnos por la osadía de tener voz propia, subrayó.

Cuba continuará avanzando en la senda escogida, perfeccionando su modelo de desarrollo, promoviendo mayor bienestar y construyendo una sociedad cada vez más justa. Continuaremos defendiendo las causas del Sur, y ofreciendo nuestra modesta contribución a quien lo necesite, concluyó su intervención

Fuente: Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas

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