En lo que va de año, Estados Unidos ha intentado de todo contra Venezuela. Destruir a la Revolución Bolivariana se ha convertido en una obsesión para la Administración Trump.
En lo que va de año, Estados Unidos ha intentado de todo contra Venezuela. Destruir a la Revolución Bolivariana se ha convertido en una obsesión para la Administración Trump.
La Asamblea Nacional se reúne mañana en una trascendente sesión extraordinaria. Esa reunión parlamentaria, la primera de este año, tendrá la responsabilidad de proclamar la nueva Constitución, nacida tras un amplio proceso de consulta popular.
Decenas de personas de todas las edades realizaron una peregrinación por las calles de La Habana para hacer conciencia sobre la necesidad de poner fin al maltrato animal y normar jurídicamente ese cruel comportamiento.
El Ministerio de Economía y Planificación convocó a la VI Feria de Negocios, que reunirá en Expocuba, del 20 al 31 de mayo próximo, a todas las formas de gestión que conviven en el país
No es casual que dos vicepresidentes cubanos acaben de realizar una extensa gira por varios países africanos. Tampoco es fortuito que por estos días esté en La Habana el presidente de Ghana. Ambos hechos, desconectados en el tiempo y el espacio, tienen no obstante una relación directa con los centenarios lazos entre Cuba y África.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a pasar por encima de la comunidad internacional al reconocer oficialmente en la semana que concluye la soberanía israelí sobre las Alturas de Golán.
Seguro que usted se ha dado cuenta de que el redoblado ataque contra Venezuela coincidió con el intento de apretar el bloqueo a Cuba. Está usted claro, no es una casualidad.
El heredero del trono británico, el Príncipe de Gales, Carlos, y su esposa y Duquesa de Cornualles, Camila, llegan hoy a La Habana en visita oficial.
Hay una conocida obra teatral, Esperando a Godot, del irlandés Samuel Beckett, en la que dos vagabundos aguardan infructuosamente la llegada de un personaje del que solo se sabe el nombre. Ambos esperan la presencia siempre aplazada del que nunca llega, ni se conoce.
No hay otro modo de poseer un Estado libre, si no es arruinarlo primero, aseguraba en 1532 Nicolás Maquiavelo. Medio milenio después parece escrita para Cuba esa afirmación, contenida en El Príncipe, el texto más controvertido de la literatura política de todos los tiempos.