La Habana, Cuba. – En octubre de 1960, Estados Unidos arreciaba las acciones agresivas contra el joven gobierno revolucionario cubano.

El encono nacía de la aprobación en julio de la Ley de Defensa de la economía nacional que significó la nacionalización un mes más tarde de las empresas yanquis Esso, Texas, Sinclair y United Fruit Company, además de las compañías de electricidad y teléfonos.

En Washington, con la carrera electoral a punto de concluir, el vicepresidente y candidato republicano Richard Nixon reconoció que se proponían repetir en Cuba una operación similar a la que en Guatemala provocó el derrocamiento de Jacobo Arbenz.

El 24 de octubre, hace 60 años, el gobierno cubano decretó la nacionalización por expropiación forzosa de otras 166 empresas norteamericanas. Era una respuesta radical a la agresión.