Más de seis décadas después del alegato de defensa del joven Fidel, tras el asalto el 26 de Julio de 1953 a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, su manifiesto es considerado uno de los textos principales del pensamiento político en América Latina, donde expuso atropellos y corrupción de la tiranía Batistiana.

En sus palabras de autodefensa, en el juicio celebrado el 16 de octubre de aquel año, el líder cubano adelantó las proyecciones que caracterizarían la agenda política y social después del triunfo rebelde, en contraste con la precaria situación de la nación caribeña de entonces.

Además, denunció los crímenes cometidos contra los asaltantes prisioneros, detalló la forma en que se planificaron las acciones y destacó el pensamiento del héroe nacional José Martí como guía intelectual en estos sucesos.

Alegato que marcó la ruta revolucionaria

El documento contiene seis problemas fundamentales para la Cuba de esa etapa: la tierra, la industria, la vivienda, la salud, la educación y el desempleo; y reconoce como fundamental, la toma de poder por el pueblo para erradicarlos.

El entonces joven abogado aseveró “he ahí concretados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia política”.

Las estadísticas recogidas en el alegato testimoniaban un país sumido en la pobreza, con el beneficio para empresas extranjeras que lo convertían en monoproductor y monoexportador.

En La Historia Me Absolverá Fidel no solo estableció aquellos males conocidos de la República neocolonial, sino que además, fijó un plan para retomar el destino de una nación libre, idea se materializó el 1ro de enero de 1959.