La Habana, Cuba.- La llegada del Comandante en Jefe al frente de  la Caravana de la Libertad a la capital cubana el 8 de enero de 1959 consolidó el triunfo de la gesta iniciada el 26 de julio, 6 años antes.

El 2 de enero salía de Santiago de Cuba y a su paso por cada ciudad los vítores lo hacían detenerse a interactuar con la alegría del pueblo. Hubo lágrimas de emoción y de evocación por quienes ya no estaban presentes y no pudieron ver el triunfo.

Pese a componendas y traiciones, los rebeldes entraron en La Habana. Al llegar a Columbia, Fidel intervino como último orador del acto celebrado y advirtió proféticamente: No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo será más difícil.

Y así fue, en lo adelante el proyecto social cubano ha sufrido el asedio permanente de las sucesivas administraciones estadounidenses, pero la Revolución sigue viva.