Agentes contrarrevolucionarios, en el Puerto de La Habana hicieron volar un barco que transportaba armamentos. Cadáveres mutilados y portuarios malheridos provocó aquel atentado de inaugural terrorismo por el imperio alentado.

El sepelio de las víctimas fue el momento señalado para que el máximo líder proclamara el Socialismo en el proyecto cubano. La vida no se detuvo, con el paso de los años más grande se hizo la Patria, su Socialismo es más alto.

La agresión enemiga con el tiempo se ha arreciado, expresión de la impotencia del terrorismo de Estado con que Washington expresa su furor y su fracaso.

Cuba no se detendrá; seguiremos nuestro paso, cada vez más socialistas y más revolucionarios. El recuerdo de La Coubre la historia sigue bogando.