En la noche del 15 de enero de 1919, fue apresada y asesinada en Berlín, Rosa Luxemburgo junto a Carlos Liebknecht, dirigentes comunistas alemanes.

Ambos crearon en 1914, junto a Clara Zetkin y Franz Mehring el grupo Internacional, el cual se convertiría posteriormente en la Liga Espartaquista.  

Al día siguiente del crimen de Rosa Luxemburgo toda Alemania sabía que la mujer que en los últimos 20 años había enfrentado a todos los poderosos del país y que había cautivado con su oratoria en innumerables asambleas, estaba muerta.

Es cuando en plena euforia por el asesinato incalificable de estas dos grandes figuras de la Revolución mundial, el poeta alemán Bertolt Brecht escribía:

La Rosa Roja ahora también ha desaparecido, dónde se encuentra es desconocido, porque ella a los pobres la verdad ha dicho, los ricos del mundo la han extinguido