Por: Gretel Heredia

La celebración del Día Internacional de la Mujer fue iniciativa de la luchadora pacifista, antifascista y por los derechos femeninos Clara Zetkin, nacida en Sajonia, Alemania, hace 161 años.

Su militancia de izquierda la llevó desde las filas socialdemócratas hasta el Partido Comunista, cuyo Comité Central integró, y a ese nivel dialogó con Lenin sobre el tema de la mujer.

Maestra, casada y madre de dos hijos, desde joven Zetkin se vinculó al movimiento obrero y femenino en Alemania. Se interesó en la lucha por la equidad de género y el derecho al voto femenino, y durante 26 años editó el periódico Igualdad.

Por sus ideas, sufrió prisiones, exilio en Zúrich y luego en París, donde se destacó en la fundación de la Segunda Internacional, y finalmente en Moscú, donde reposan sus restos, junto a la Muralla del Kremlin.

Batalla por todas

La idea de homenajear a la mujer fue de la luchadora alemana Clara Zetkin, como tributo a las 129 trabajadoras de la fábrica Sirtwood Cotton de Nueva York asesinadas por su patrón.

Ellas se habían encerrado en su lugar de trabajo para reclamar un salario digno y la reducción de la jornada a 10 horas, y murieron allí carbonizadas, en un incendio que provocó su jefe para aplastar su pacífica huelga.

Fue en la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1010, que Clara Zetkin solicitó establecer, a partir del año siguiente, el 8 de marzo como “Día Internacional de la Mujer”.

Este reconocimiento a la masa femenina fue una de las grandes batallas ganadas por esta incansable luchadora alemana por la paz y los derechos de la mujer.