La Habana, Cuba.En su artículo Para hacer un país, que publica Juventud Rebelde, Graziella Pogolotti resalta los caminos insondables y desconocidos a través de los cuales se ha forjado la nación cubana en el tiempo.

La intelectual cubana refiere que un país se hace con la participación de muchas manos, de un imaginario nutrido del pensamiento y sueños edificados, muchas veces bajo el anonimato, y en el transcurso de muchos siglos.

Las que construyen son las manos de quienes abren caminos y levantan casas, atienden la salud de todos, educan a las nuevas generaciones, abren compuertas a los nuevos saberes para responder a las demandas de la práctica cotidiana.

Pogolotti destaca que la nación cubana cristalizó con el estallido del 10 de octubre y tuvo continuidad con los hechos del Moncada, a la luz del legado espiritual de Martí, tal como reconoce Cintio Vitier en su texto Ese sol del mundo moral.