Hay un sitio muy especial en la capital cubana, que en sus inicios le llamaban la Quinta de los Molinos del Rey.

Este hermoso lugar está situado en la Avenida Salvador Allende, conocida durante muchos años como Carlos III, en el área que empieza en la calle Infanta y colinda con la Escuela de Estomatología, de la Universidad de La Habana, que llega hasta la calle G, a unos pasos del Castillo del Príncipe.

La Quinta de los Molinos tiene una amplia y hermosa historia que comenzó en la época colonial, y se relaciona estrechamente con variados acontecimientos.

Al principio estuvieron en ese sitio los molinos de tabaco, el Jardín Botánico y la primera Institución Agrónoma, además de relacionarse con importantes hechos de diferentes épocas históricas de Cuba.

Un poco de historia

Diversos hechos ocurridos en nuestro país marcan la historia de la Quinta de los Molinos. Ese lugar se relaciona con el sabio Ramón de la Sagra, el primer ferrocarril en Cuba y el Capitán General Miguel de Tacón.

En la Quinta de los Molinos del Rey, se alojó durante 4 meses con su familia el Generalísimo Máximo Gómez Báez, en el año 1899, y en ese hermoso sitio también se efectuaron las primeras Exposiciones Nacionales, en la época de la república mediatizada.

La Quinta de los Molinos tiene una larga y bella historia, que merece ser conocida por grandes y chicos, y sobre todo ser visitada, especialmente en la etapa vacacional cuando  se ofrecen diversas actividades recreativas para la familia cubana.

Sitio emblemático de La Habana

La Quinta de los Molinos del Rey fue ocupada por los Capitanes Generales que gobernaron en Cuba durante el período que abarca del año 1834 hasta 1889, cuando cesó la dominación española en la Isla.

El primero de los mandatarios españoles que residió en ese lugar paradisíaco fue Miguel de Tacón y Rosique, momento en que el edificio principal fue transformado para poder realizar ahí nuevas funciones.

Al finalizar la ocupación española en Cuba,  el Generalísimo Máximo Gómez Báez se hospedó con su familia en el lugar, a partir del mes de febrero de 1899, y ahí permaneció durante 4 meses.

Durante la época veraniega se realizan allí diversas actividades para el disfrute de la población.