La Habana, Cuba. – Varias generaciones de filólogos, periodistas y licenciados en lenguas, entre otras especialidades afines, tuvieron la dicha y la experiencia única e inolvidable de recibir clases de la doctora Ana Cairo Ballester.

Múltiples momentos de seminarios, conferencias magistrales, presentaciones de libros, conversatorios y encuentros con esa doctora y profesora titular se agolpan en el recuerdo de este redactor, quien recientemente asistió a un taller sobre Juan Marinello en el que Ana Cairo ofreció una conferencia extraordinaria.

Esta académica y erudita mujer de letras era una estudiosa e investigadora persistente e incansable. Ella alumbró momentos de incertidumbre en nuestro devenir histórico y con una sapiencia innata trazaba rumbos para comprender y valorar esos instantes.

A su vez desarrolló una excepcional labor como hacedora de libros.

En Ana Cairo la sencillez es la grandeza

La profesora, ensayista e investigadora Ana Cairo Ballester, Premio Nacional de Ciencias Sociales, miembro de la Academia de Historia y del Consejo Nacional de la UNEAC, disponía de todo el tiempo para dedicárselo a la docencia y en ese mundo fue tutora de tesis de grado, de doctorado, oponente y asesora.

La escuela de Letras fue su trinchera y hogar, ahí forjó talentos y enrumbó genialidades. Los que tuvieron el privilegio de seguirla en infinitas actividades no olvidarán la nobleza, humildad y sencillez que la identificaban, así como también sus juicios certeros y precisos de alguna problemática intelectual.

Duele que se haya ido en estos momentos en que hacen falta luces y criterios sabios y experimentados, como solo ella sabía emitir. Ahí están sus libros, sus ensayos y todo lo que aportó. Ana Cairo es inolvidable.